Un título de la nada: la decisión que volvió a exponer el estilo Tapia
Opinión. Por Mauro Yasprizza.
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Por Mauro Yasprizza.
La AFA creó un campeonato que no existía y se lo entregó a Rosario Central. Más allá del mérito deportivo, el movimiento reaviva viejas dudas sobre la previsibilidad del fútbol argentino.
La decisión de Claudio “Chiqui” Tapia de inventar —porque no hay otra palabra más exacta— un título anual y adjudicárselo de inmediato a Rosario Central dejó en evidencia, una vez más, esa lógica tan arraigada en el fútbol argentino donde las reglas parecen escritas en arena. No hubo aviso previo, no hubo debate en enero cuando se confeccionó el reglamento de la temporada, y tampoco hubo señal alguna de que la Liga Profesional evaluara crear una estrella extra para premiar el rendimiento acumulado del año.
Quien repase los documentos originales encontrará lo obvio: el título no existía. Por eso, la sorpresa fue compartida incluso entre dirigentes experimentados, acostumbrados a los volantazos del fútbol doméstico, que esta vez también se enteraron sobre la marcha. No se trata de desmerecer a Rosario Central, que hizo una campaña sólida, clasificó temprano a la Copa Libertadores y mostró un nivel sostenido durante todo el calendario. Se trata de algo más simple y más profundo: la credibilidad.
En una competencia que pretende profesionalizarse, cambiar las reglas a mitad de camino debiera ser una excepción y no un reflejo automático. La improvisación, disfrazada de reconocimiento deportivo, termina abriendo un debate innecesario donde el club premiado queda en el centro de una escena que no buscó y los demás sienten que les modificaron el libreto sin previo aviso.
Tapia volvió a confiar en el método que lo acompaña desde hace años: decidir primero y explicar después. El fútbol argentino, mientras tanto, sigue corriendo detrás de decisiones que aparecen de la noche a la mañana, sin consenso, sin planificación y con la sensación permanente de que siempre falta una hoja más en el reglamento. Y esta vez, esa hoja apareció con una estrella nueva.
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