Una policía y su pareja fueron imputados en una causa por usura, extorsiones y agresiones
Una suboficial de la Policía de Santa Fe y su pareja, fueron imputados este lunes por haber entregado un préstamo informal a tasa usuraria a un joven al que luego secuestraron, amenazaron y golpearon ante atrasos en los pagos.
Yasmila Nahil Arredondo (28 años), que prestaba servicios en la comisaría 26ª de Villa Gobernador Gálvez (actualmente con carpeta médica), y Damián Ezequiel Sosa (22), terminaron detenidos el viernes pasado en la puerta de la casa de la víctima con dos manoplas con nudillos en punta, un bastón extensible, gas pimienta y un cuchillo táctico.
De la acusación del fiscal José Luis Caterina de la Agencia de Criminalidad Organizada, surge que en agosto pasado la suboficial le prestó 300 mil pesos al empleado de una carnicería de VGG, donde la agente hacía adicionales. Según relató la víctima en su primera denuncia hecha el miércoles de la semana pasada ante la Agencia de Control Policial, habían acordado que devolvería 350 mil pesos en varios desembolsos.
En tanto, la víctima declaró en la causa que, en septiembre, luego de haber recibido el crédito informal, Arredondo le envió un mensaje de texto vía Whatsapp en el que le decía que la deuda había ascendido a 900 mil pesos. Además, según la imputación, la policía le sugirió que si no pagaba la iba a «pasar mal» y que ella podía hacerle «romper las piernas» por otras personas. Tras una especie de negociación, el monto de la deuda quedó en 600 mil pesos.
Sin embargo, el miércoles de la semana pasada, día previo al acordado para realizar uno de los desembolsos, un hombre y una mujer que se desplazaban en un Renault Clio abordaron al joven en la puerta de un banco.
Le dijeron que venían de parte de la policía que le había prestado plata, y le dijeron que ahora debía 4 millones de pesos y añadió que en caso de no cancelar el total de la deuda, ellos, “que eran de Los Monos”, iban a matarlo a él o a alguno de sus familiares. La víctima declaró que entregó 200 mil pesos.
Según el fiscal, la mujer que manejaba el Clio, era Tatiana Josefina Mársico, prima de Cristian Nicolás “Pupito” Avalle, un preso de la cárcel de Ezeiza que en varias investigaciones figura como la presunta segunda línea de Los Monos. Y quien iba como acompañante y amenazó con una pistola a la víctima era Rodrigo Emanuel Muñoz, un sospechoso que frecuenta la cancha del club Coronel Aguirre de Villa Gobernador Gálvez, donde opera la presunta banda de “Pupito”. Para ambos, Caterina ordenó un pedido de captura.
De acuerdo a la acusación, el jueves de la semana pasada, Arredondo, su novio Damián Sosa, Tatiana Mársico, Rodrigo Muñoz y otros dos sospechosos fueron hasta la casa del deudor, y lo obligaron a subir a un auto. El fiscal enfatizó que la víctima fue trasladada hasta la casa de la suboficial Arredondo, ubicada en Pueyrredón al 6100, en la zona sur de Rosario, donde le dieron golpes en la cara, en el cuello y le mostraron un bastón extensible, dos manoplas y una navaja.
Según la imputación, en un momento, Muñoz tomó la navaja y exigió al empleado de la carnicería que dijera dónde podían buscar plata. Además, mientras lo tenían retenido contra su voluntad, le sacaron el celular y extrajeron datos de sus familiares, que fueron anotados en una libreta que estaba en el domicilio de la suboficial.
Ni bien fue liberada, la víctima denunció por segunda vez la situación y allí médicos policiales constataron las lesiones que tenía en el rostro y en el cuello como consecuencia de la paliza.
Con la información de las dos denuncias, el fiscal Caterina ordenó un operativo a la Agencia de Control Policial en inmediaciones del domicilio de la víctima, donde finalmente fueron detenidos Arredondo y Sosa.
Allí secuestraron un bastón extensible, dos manoplas, un gas pimienta, un cuchillo táctico, papeles tipo cheques firmados por la víctima al realizar pagos y la libreta que contenía los datos de familiares del joven.
Vale señalar que la Fiscalía expuso que entre los días 6 y 17 de octubre, la propia Yasmila Arredondo denunció en tres ocasiones por “estafa” a la víctima. En esas presentaciones, justamente, se daba cuenta de que la pareja pretendía exigir la suma de 900 mil pesos (como si ese monto hubiera sido la deuda original) en lugar de 300 mil.
Tras escuchar la imputación del fiscal Caterina y los planteos de la Defensa, el juez Facundo Becerra ordenó la prisión preventiva efectiva por 120 días para los dos acusados.