Luego de sus polémicas declaraciones en los Martín Fierro de Radio por la reacción del periodista Diego Leugo para con su novia cuando habría escuchado insultos a su padre, la ex panelista, Úrsula Vargues, visitó este lunes el el edificio de la DAIA en Buenos Aires para pedir personalmente disculpas a la comunidad judía. En ocasión de la fiesta Vargués había escrito en su cuenta de Twitter: «Los judíos gobiernan, hace mucho, el mundo de las comunicaciones. No entiendo por qué nombrarlos los lastima. Yo soy una atea de mierda para muchos y no por eso ando agrediendo a mi pareja. La religión ya no es excusa para victimizarse. ‘Me dijo judío… ¡qué horror!’ jajaja». Los dichos fueron repudiados instantáneamente por la opinión pública y por organismos ligados a la colectividad y hasta le costaron la desvinculación del programa en el que trabajaba, Nosotros a la mañana, conducido por Fabián Doman.
En el marco del arribo a las instaalciones de la entidad, la morocha dialogó con el ciclo Inafama y aseguró: “Está bueno poder hablar con la gente que se sintió dolida. Si hice doler a alguien, nunca fue mi intención. Estoy muy contenta de que me hayan convocado a hablar con la gente que representa a la colectividad”, dijo sobre la invitación del presidente de la DAIA, Ariel Cohen Sabban.
Más adelante, explicó que no la había pasado bien a lo largo de los días posteriores al escándalo y analizó el despido de su puesto de trabajo: «Fueron unos días feos, pero uno tiene que asumir los actos y las cosas que dice. Igualmente siento que el revés ha sido demasiado exagerado en todas las cuestiones: quedarse sin trabajo, el repudio de tantos compañeros como celebrando la situación… Constantemente escuchamos en televisión dichos complicados y la gente conserva su trabajo», detalló.
Por otra parte, ante la pregunta sobre un posible arrepentimiento aclaró: “Estoy arrepentida de haber hecho doler a la gente de la colectividad. No puedo pedir disculpas de algo que no tuvo intención de lastimar, yo no quise lastimar en ningún momento». Y remarcó que su objetivo no se centró en herir a nadie.