Mucho se está hablando en estos últimos días sobre la delincuencia y los delitos cometidos por menores de edad. Uno de los disparadores fue el homicidio del estudiante de ingeniería Juan Cruz Ibáñez, asesinado por un joven de 17 años que contaba con 10 detenciones previas. En ese sentido, Marcelo Romero, fiscal de Instrucción de la provincia de Buenos Aires y abogado, aseguró el sistema penal en la Argentina está “fracasando” por culpa de Eugenio Zaffaroni -ex juez de la Corte Suprema de Justicia e integrante de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)-.
“La doctrina abolicionista instaurada en Argentina por Zaffaroni y sus seguidores ha generado un daño terrible”, dijo el fiscal en diálogo con El Puente para Radio Mitre Rosario. Y explicó: “El abolicionismo es el que escupe las garantías constitucionales y pretende destruir el derecho penal. El abolicionista se escuda en el garantismo –garantías constitucionales- porque no quiere admitir públicamente que su misión es destruir el sistema penal”.
A su vez, manifestó que están convencidos que el criminal, el que comete el delito, en realidad es una “víctima del sistema”, pero que no por eso no van a aplicar la ley. “A pesar de que los asesinados no estén, hay familiares directos que están esperando una respuesta del Estado”, expresó Romero. Más allá de la condición social, la exclusión, la falta de oportunidades, la falta de trabajo, cuando se trata de homicidio “todo esto queda en un segundo plano”.
Causa Ibáñez
El adolescente de 17 años sospechado de haber cometido el crimen fue capturado la madrugada del miércoles e imputado por el delito de homicidio agravado en ocasión de robo. Era la primera vez que mataba, pero antes había tenido varias detenciones por delitos.
Haciendo referencia a ello, Romero explicó sobre los menores en el sistema penal: “En la Argentina solamente la persona es imputable a partir de los 16 años. Por lo tanto, los delitos que se cometen entre los 16 y 18 años cuentan como antecedentes”. Y especificó que si esas causas no tuvieron sentencia “no pueden ser computadas en el informe”.
En cuanto al tiempo de detención de los jóvenes dijo que es “muy poco”, ya que a veces “no están ni siquiera un día”: “En comisarías no pueden estar, así que automáticamente el juez o el fiscal del régimen penal juvenil los devuelve a la familia y la persona sigue delinquiendo. Ese hurto o daño, esa resistencia a la autoridad, se transforma en un homicidio”.
Por último, cuestionó al sistema penal por su función en la sociedad. “No estamos dando la respuesta adecuada a una comunidad que no nos pide ni mano dura ni venganza; sólo nos pinde la aplicación de la ley penal”, concluyó.