Siempre las elecciones de medio término marcan la temperatura de un gobierno. A pesar de la buena imagen positiva que mantiene el gobernador con los habitantes del territorio santafesino, su candidato obtuvo un magro resultado y finalizó tercero en la contienda de octubre. Sumado a los conflictos de intereses políticos del radicalismo afín al gobierno nacional se prevén cambios en el gabinete para este fin de mes.
En la moda Cambiemos, el primer mandatario provincial no se sube a esa ola. Por lo tanto, define movimientos de sus fichas para seguir con la ideología y la impronta que viene planteando el gobierno del Frente Progresista en Santa Fe.
Un cambio era cantado: Luis Contigiani fue electo Diputado Nacional y va a ocupar esa banca a partir del 10 de diciembre. Nombres para ocupar su lugar hay muchos, pero intentarán encontrarlo dentro de la cartera que dirige hasta ese día el oriundo de Arequito.
Otra modificación necesaria es la del Ministerio de Salud. Es que Miguel González deberá reemplazar en el Senado a Emilio Jatón, electo concejal de la ciudad de Santa Fe, por ser el segundo de la lista que lo tuvo como victorioso en 2015. Por eso hasta el 2017 dejará las funciones ejecutivas para ocupar un escaño de la legislatura provincial. También se piensa en una funcionaria de su área para reemplazarlo.
La tercera salida segura, y en este caso sí por términos políticos exclusivamente, es la de Julio Schneider del Ministerio de Obras Públicas. Más allá de las diferencias y críticas recibidas por su lentitud a la hora de resolver en muchas gestiones de su área que mantuvo con Lifschitz, su salida se debe a su pertenencia al espacio que conduce el actual presidente de la Unión Cívica Radical (UCR) e intendente de Santa Fe José Corral.
Con esta misma lógica, pero aún sin confirmación, correrían la misma suerte los titulares de las carteras de Medioambiente y de Ciencia y Tecnología. Es que Jacinto “Cacho” Esperanza y Eduardo Matozo también integran el espacio político del líder radical y alfil de Mauricio Macri en la provincia de Santa Fe. Pero al menos hasta el momento, nadie del gobierno provincial se anima a confirmar sus salidas como sí las anteriores.
El resto de los ministros continuarán en sus cargos al menos por el momento para no resentir el funcionamiento gubernamental que es calificado “muy bueno” por los que piensan la política desde adentro del Poder Ejecutivo provincial.
Lifschitz sabe que no puede especular de aquí en adelante y están decididos a quitarle los acuerdos a quienes “sacaron los pies del plato” en las últimas elecciones. Y a partir de esto vería modificada su estructura pero solamente en las cuestiones necesarias y fundamentales como cargos electivos y viejos acuerdos rotos.
Los nombres para los reemplazos todavía no están, y si están es bajo la llave de la mesa chica del Frente Progresista, o lo que queda de él. La provincia se viste más de socialista que nunca, con la salida de gran parte del radicalismo. Sólo quedarán algunos radicales disidentes a la actual conducción del partido como, por ejemplo, Maximiliano Pullaro en el área de seguridad.
Cambia, para no cambiar. Cambia para que Cambiemos no le cambie el color de la provincia desde adentro. O al menos hasta que ese cambio lo defina una elección.