Los candidatos a gobernadores expusieron sus ideas y propuestas en un debate chato y monótono que aburrió a todos. Los dirigentes son los mejores exponentes desde la construcción de poder de cada una de las fuerzas pero no son dóciles desde lo discursivo. No se salieron del libreto que venían desarrollando en las campañas y dejó una noche para el olvido.
Cada uno fue por sus carriles pre establecidos por sus equipos de campaña. El único que mostró un poco de temperamento fue Antonio Bonfatti al mostrar una placa con el ex candidato a senador por el PJ en General López detenido por un asalto a mano armada. Tal vez fue preparado para contra atacar a los embates de sus adversarios, aunque no fueron vehementes a la hora de hablar del tema de la seguridad y quedó algo fuera de contexto.
Bonfatti tuvo a favor poder mostrar hechos concretos de los últimos 12 años de gobierno, haciendo hincapié sobre al continuidad de políticas sociales y de salud, y sacó una ventaja frente a las propuestas e ideas de los otros dos exponentes. Pero durante todo el debate se mostró nervioso e inseguro, leyendo lo que decía en gran parte y cometiendo muchos furcios y errores en los tiempos que marcaba el formato.
Omar Perotti fue el mas firme desde las formas discursivas. El que se mostró, tal vez, más seguro, aunque no le vimos ningún golpe de efecto en todo el debate. Jugó a no equivocarse, ya que sus equipos de campaña hoy lo saben con una luz de ventaja sobre el candidato del oficialismo en las mediciones. No perder era el objetivo y lo logró. Aunque tampoco hubo ganadores en un debate chato y previsible.
En temas de seguridad fue donde más se esperaba y lo pasó de largo con palabras generales, mientras que donde estuvo su punto fuerte fue en la propuesta del boleto gratuito educativo. Es, sin dudas, la propuesta de campaña más fuerte y mencionó que sólo le costaría al Estado provincial un 0,5 por ciento del presupuesto total.
Cambiemos llegó al evento sabiendo que no tenía mucho por perder y todo por ganar a la hora de pensar en el nivel de conocimiento que tiene hoy José Corral: el más bajo de los tres. También es el que menos intención de votos tiene en las mediciones y eso hizo que se muestre suelto y se desenvolviera con más claridad que sus rivales de turno. Sin embargo falló también en los tiempos que les marcaban y regaló muchos segundos que podrían haber sido valiosos.
También fue frágil desde las propuestas, algo vacías de contenido, y buscó desnivelar mostrando unas esposas para detenidos haciendo referencia a la fuga de internos de Coronda en la Autopista Rosario-Santa Fe. Mencionó a Mauricio Macri y a todo el radicalismo tibiamente, aunque se centró en los temas locales. Lógicamente, la situación económica no ayuda para nada a los candidatos del gobierno nacional.
Aburrieron a propios y extraños, pero sobre todo a los indecisos que se prendieron al debate un sábado a la noche para intentar definir el voto. Hay mucho en juego y los nervios se notaron, aunque se espera más de ellos ya que de ahí saldrá el gobernador de la invencible Provincia de Santa Fe.