De acuerdo con la licenciada Mariela Soledad Marín el metabolismo basal o de reposo (GEB) forma parte del gasto energético diario total y suele representar un 70% de las calorías que consumimos diariamente.
“Representa la energía que se necesita para mantener las funciones celulares de los distintos tejidos del cuerpo y para mantener diferentes funciones vitales del organismo (circulación sanguínea, respiración, etc); es la cantidad de energía necesaria para mantener al organismo en un estado de reposo sin frío ni calor y alejado de cualquier actividad física”.
Los siguientes son los factores que lo afectan:
- MASA MUSCULAR: las personas que tienen una mayor proporción de masa magra tienen el metabolismo más elevado en un 5%
- EDAD: A medida que aumentan los años se reduce el GEB debido a la pérdida de masa muscular. Durante los primeros años de vida se necesita energía extra para cubrir los requerimientos propios del crecimiento.
- SEXO: las mujeres suelen tener un GEB de un 5 a 10 % más bajo que los hombres debido a un menor contenido de masa muscular y mayor cantidad de grasa corporal. Algunos factores como el embarazo o el ciclo menstrual también producen variaciones.
- ESTRÉS: situaciones estresantes suelen aumentarlo.
- ESTADOS RESTRICTIVOS: ante estados de restricción calórica prolongada, el organismo se adapta disminuyendo el gasto energético ya que entran pocas calorías.
- TEMPERATURA CORPORAL: a medida que aumenta la temperatura del cuerpo el GEB se incrementa, por ejemplo, ante estados febriles. Existen distintas ecuaciones para evaluar de forma directa el GEB de cada persona.
La licenciada en Nutrición deportiva Tatiana Fuentes recomienda tener en cuenta los siguientes consejos para acelerar el metabolismo:
- Entrenar con pesas: a mayor masa muscular, mayor cantidad de mitocondrias, organela en donde se transforma las grasas en energía.
- Variar el entrenamiento: luego de la rutina, hacer cardio y variar el rtimo. Alternar días en donde se corra entre 30 a 40 minutos a velocidad constante con otros días en donde se realicen 20 minutos pero con pasadas a máxima velocidad por ejemplo.
- Buscar técnicas para dominar el estrés como meditación o yoga.
- Dormir entre 7 y 8 horas diarias.
- Proteínas: no deben faltar en le dieta, además de generar saciedad, su consumo genera un efecto termogénico mayor.
- Fraccionamiento en las comidas: es importante que estén distribuidas estratégicamente a lo largo del día, teniendo en cuenta los alimentos antes y después del entrenamiento.