Los suplementos dietarios y deportivos son de origen natural, no sintético y se obtienen con métodos de industrialización que buscan concentrar o exaltar sus propiedades de acuerdo a los objetivos buscados: ya sea potenciar la salud, el rendimiento o lograr cambios en la estética corporal disminuyendo el tejido adiposo hasta tonificar nuestro cuerpo.
El nutricionista deportivo Fabián Fornés afirma que “la industria de los suplementos se focaliza en potenciar la salud, la imagen corporal y el rendimiento”. A diferencia de la industria farmacéutica que apunta a enfrentar la enfermedades dejando este tema de lado.
¿Cómo están compuestos?
Están fabricados con hierbas, aminoácidos y plantas. Si bien las infusiones también son naturales, en éstas no se suele aislar el principio activo beneficioso y menos estandarizado correctamente.
“Los suplementos dietarios tienen los principios activos estandarizados haciendo que funcionen bien y no poseen los efectos secundarios de los potentes fármacos. Son muy eficaces y seguros en la mayor parte de los casos” afirma Fornés.
Los más utilizados son:
- Garcinia cambogia: disminuye el apetito.
- Chitosan: disminuye la absorción de grasas.
- Cafeína y té verde: aumentan la termogénesis, es decir, la producción del calor que consume calorías.
- Carnitina: aumenta la oxidación de las grasas.
El nutricionista afirma que las combinaciones de varios compuestos en sus justas dosificaciones se potencian y su efecto sinérgico es muchísimo mayor que si se utilizan por separado pero que si no hacemos dieta y/o ejercicio no resultan eficaces:
“Los suplementos optimizan la utilización de la grasa como fuente de energía, por eso es conveniente movernos. No hay suplemento ni fármaco que reemplace la dieta y el ejercicio” agrega.
En lo que se refiere a sus contraindicaciones es importante tener en cuenta que funcionan a través de un ligero aumento de la adrenalina, por lo que no están recomendados en personas muy nerviosas tampoco en diabéticas, embarazadas o hipertensas.