Lo que sucede en la sociedad argentina es una muestra de lo que puede suceder en las relaciones humanas cuando se dejan de lado algunos criterios básicos de entendimiento entre las personas.
Cuando una persona entra en conflicto con otra u otras, normalmente busca una solución superadora. Esto sucede siempre y cuando su interés principal no sea el de generar más conflictos.
Esta solución superadora pasa por entrar en un mecanismo de negociación el que supone dejar de lado algunas pretensiones encontrando fórmulas que satisfagan a ambas partes.
Cuando el ser humano no encuentra espacios de negociación o entendimiento le quedan dos caminos solamente: o renunciar a lo que pretendía o recurrir a la violencia.
La violencia no siempre implica el uso de la fuerza física. A veces se puede usar la violencia de la imposición sutil de una decisión en razón de la posición de poder de una de las partes. Es lo que hacen los padres cuando sus hijos menores no aceptan una orden y se debe recurrir a la mecánica de poner los límites.
Argentina no encuentra caminos de entendimiento entre sus habitantes y sus organizaciones sociales y políticas. No es nuevo. La historia nos ilustra de un pasado de desencuentros y violencia desde el siglo XIX hasta nuestros días.
Es probable que haya una ausencia de líderes sociales dotados de Sabiduría y Patriotismo, además de una cultura política diferente entre todos nosotros, que básicamente condene la violencia, el caos y el abuso de poder.
Igual que en las relaciones humanas interpersonales, el camino del entendimiento está sembrado de humildad y renunciamientos, evitando la soberbia y el autoritarismo. Los argentinos estamos buscando líderes que expresen estos sentimientos y algún día lo encontraremos.