La Sociedad Argentina de Nutrición (SAN) sostiene que en esta afección la falta de nutrientes ingeridos afecta la placenta, la nutrición y el neurodesarrollo del bebé.
¿Cuáles son los síntomas?
Fundamentalmente el miedo al incremento del peso, quedar con sobrepeso en el post parto. Y esto también dificulta el buen desarrollo de la lactancia.
– Las embarazadas que tienen pregorexia, son en su mayoría mujeres que tuvieron anorexia fuera del embarazo, o bien que, al verse ahora con un cuerpo distinto al habitual, responden no queriendo comer para sostener la delgadez aunque jamás en su vida hayan tenido anorexia.
El problema no es solo dejar de comer o comer menos, es mucho más profundo y expresa un conflicto con la femineidad.
Fulvia Mancini, ginecóloga, comenta que estas mujeres realizan ejercicio de forma excesiva, consumen muy pocas calorías e incluso pueden llegar a inducirse el vómito. Además, un dato alarmante: no hablan de su proceso de gestación.
Con respecto a las consecuencias que este trastorno puede provocar en el feto, la SAN destaca: bajo peso al nacer, partos prematuros, abortos espontáneos y malformaciones varias. Además, puede afectar el neurodesarrollo del bebé, y se preveen dificultades en el vínculo madre-hijo y en la posterior alimentación del niño.
Los especialistas advierten que el aumento de peso es habitual durante el embarazo. De hecho se considera normal que la mujer gane aproximadamente entre 13 y 18 kg, variando en función del número de bebés que albergue en su interior y del peso que tenía la paciente antes de comenzar este proceso.
“Si lo que realmente nos preocupa es recuperar la figura después de dar a luz es conveniente practicar ejercicio físico de forma regular, como puede ser yoga, pilates o abdominales hipopresivos; combinándolo con una dieta saludable, rica en alimentos proteicos y vitaminas” sostienen los especialistas.